Como definimos la Educación
Se llama
educación al proceso mediante el cual se afecta a una persona, estimulándola
para que desarrolle sus capacidades cognitivas y físicas para poder integrarse
plenamente en la sociedad que la rodea. Por consiguiente, debe distinguirse
entre los conceptos de educación (estímulo de una persona hacia otra) y
aprendizaje, que en realidad es la posibilidad subjetiva de incorporación de
nuevos conocimientos para su aplicación posterior.
La educación denominada “formal” es aquella efectuada por maestros
profesionales. Esta se vale de las herramientas que postula la pedagogía para
alcanzar sus objetivos. En general, esta educación suele estar dividida según
las áreas del saber humano para facilitar la asimilación por parte del educando.
La educación formal se ha sistematizado a lo largo de los últimos 2 siglos en
las instituciones escolares y en las universidades, si bien en la actualidad el
modelo de educación a distancia o semipresencial ha comenzado a abrirse camino
como un nuevo paradigma.

La educación
formal tiene distintos niveles que abarcan la niñez, adolescencia y vida adulta
de una persona. Así, los primeros años de aprendizaje corresponden a la llamada
educación primaria y tiene lugar durante la infancia. Luego, vendrán los años
de educación secundaria, que corresponden a la adolescencia. Finalmente, en la
edad adulta de una persona, la educación está reglada por el terciario o las
carreras universitarias. Se advierte que, mientras que tanto la enseñanza
primaria como la secundaria presentan carácter obligatorio en numerosas
naciones, la proporción de sujetos que completa estas etapas resulta en
realidad reducida, en especial en los países no industrializados. Este fenómeno
da lugar a una reducción de las oportunidades futuras de trabajo y a un mayor
riesgo de precarización laboral.
A pesar de las
declaraciones hechas por los documentos que involucran a los derechos humanos,
lo cierto es que en algunas regiones del globo la educación se ve severamente
afectada por las dificultades económicas. Así, la enseñanza que brinda el
Estado puede considerarse de baja calidad con respecto a las posibilidades que
ofrece una institución privada. Esta situación hace que aquellas personas con
un entorno socioeconómico comprometido se vean desfavorecidas, situación que
redunda en una desigualdad de oportunidades. Es por ello que los estados no
deben cejar en sus intentos por garantizar una educación que forme a la persona
para los desafíos que el mundo actual impone. Los recursos económicos que se
movilicen en este sentido jamás serán suficientes, por lo que además es
necesaria una fuerte capacidad de inventiva.
La ya mencionada
educación a distancia o los modelos semipresenciales han sido propuestos como
una alternativa de gran relevancia, dado que permitirían hacer llegar los
contenidos educativos a una mayor proporción de potenciales educandos, en forma
independiente de variables como la distancia, la capacidad de transporte o la
posibilidad de desplazamiento de alumnos y docentes. Otra ventaja de estas
estrategias es su rentabilidad, dado que una misma conferencia o clase puede
difundirse en múltiples sitios en forma simultánea, llegando a diversos ámbitos
con la opción de interacción permanente entre maestros y alumnos. Se reconoce
que la falta de recursos técnicos podría constituir una limitante para lograr
el éxito de este modelo, si bien se admite por otra parte que la tecnología
necesaria es relativamente económica y accesible. Asimismo, la reducción de
otros costos (en especial, los relacionados con aspectos edilicios y de
transporte) podría equilibrar la ecuación para dar lugar a mayor rentabilidad.
Finalmente, la
inversión en educación es otro factor de gran impacto, ya que la construcción
de un mayor número de instituciones educativas permite asegurar no sólo la
satisfacción de la demanda de vacantes en educandos de todas las edades, sino
que puede definirse como una alternativa de apertura de plazas laborales para
docentes y personal auxiliar, con la posibilidad asociada de una mayor
capacitación.
APRENDIENDO
Adiós al lenguaje Inclusivo
La Abogada o la abogado la arquitecta o la Arquitecto, cómo
Y por qué se debe decir la señora presidente o presidenta, en español el plural
en masculino implica ambos géneros gramaticales, Así que al dirigirse al
público no es necesario ni correcto decir mexicanos y mexicanas chiquillos y
chiquillas niños y niñas panameños y panameñas hermanos y hermanas.
Hoy en día otros ignorantes políticos y comunicadores
continúan con el error, decir ambos géneros es correcto Solo cuando el
masculino y el femenino son palabras diferentes, por ejemplo, mujeres y hombres
toros y vacas damas y caballeros.
Ahora viene lo bueno detallito lingüístico presidente o
presidenta.
Aprendamos bien el español de una vez por todas, en español
Existen los principios activos como derivados verbales como por ejemplo el
participio activo del verbo atacar es atacante el de sufrir es sufriente el de
cantar es cantante el de existir existente.
Cuál es el participio activo del verbo ser, el participio
activo del verbo ser es, ente, el qué es excelente tiene entidad por esta razón
cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción
que expresa el verbo, se le agrega la terminación ente, por lo tanto a la
persona que preside se le dice presidente, no presidenta independientemente de
su género.
Por lo tanto, se dice capilla ardiente, no ardienta, se dice
estudiante, no estudiante, se dice adolescente, no adolescente, se dice
paciente no pacienta, se dice comerciante, no comercianta.
La señora Cristina Fernández de kirchner para aquellos que
andan atrasados de noticias es la actual presidente de Argentina, aquí no sólo se
hace el mal uso del lenguaje por motivos ideológicos sino por ignorancia de la
gramática de la lengua española y ahora en Venezuela con el socialismo también
el presidente que tienen hace uso de estas barbaridades, un mal ejemplo sería
la pacienta era una estudianta adolescenta sufrienta representanta integranta
independienta de las cantanta y también atacanta. Y lado en lado de la capilla
ardienta ahí existenta.
¿Qué mal suena ahora no?
Es siempre bueno aprender de qué y cómo estamos hablando,
caso contrario en Chile donde lo aplican bien la Señora Bacheyeh era la presidente.
Por eso cuando hablamos de niños y niñas, para no decir hermanos
y hermanas, señoras y señores, y en el discurso se vuelve tan cansón, que uno
termina en otro planeta y desconcentrado completamente, es una invitación de hacer
un poco la gramática.
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