Quebrada de
Llanganuco
Vista de la
Laguna de Chinancocha.
La Quebrada de
Llanganuco (en quechua ancashino: Llankanuku,
interior verdusco) es un desfiladero de alta montaña, de origen glaciar
ubicado en la Cordillera Blanca, dentro del Parque Nacional Huascarán en la
Provincia ancashina de Yungay en el Perú.
Se conforma por
dos lagunas enlazadas: Orconcocha y Chinancocha, flanqueadas por las montañas
encasquetadas de altura y blanco, Huascarán (6768 m.), Huandoy (6395 m.), Pisco
(5760 m.), Chacraraju (6108 m.), Yanapaccha y Chopicalqui (6395 m.). La
atraviesa la carretera regional Yungay-Yanama y el sendero de María Josefa.
Hidronimia
Su nombre
provendría de las voces de Runa Simi I llanka: color de jaspe, piedra verdusca
y uku: interior, fondo. Definitivamente, el espejo de las lagunas y su
interior son de una coloración azul verdosa, matizado sui géneris. Otra
posibilidad es de hanka, glaciar; ukhu, profundidad; esto es profundidad entre
glaciares.
Registro de lagunas
La primera
laguna, cuesta arriba, llamada Chinancocha (en quechua: Chinan qocha: Chinan =
hembra; qucha = laguna, Laguna hembra) y ubicada a 3 850 msnm, está separada
por mil metros de la segunda laguna, nombrada Orconcocha (en quechua: Urqon
qocha: Orqu = macho; qocha = laguna, Laguna macho) situada a 3 860 msnm.
El agua de estas
lagunas es de color turquesa. Crece una variada y abundante biodiversidad a su
alrededor. Ambas lagunas retienen, de paso, las aguas que bajan del portachuelo
de Atojshaico (cansadero del zorro: atoq shayku) y desaguan en río que
desciende hasta Yungay y avena en el río Santa. La segunda laguna se encuentra
a mayor altitud y sus aguas penetran al vaso de la primera; metafóricamente es
un recurso que simboliza un apareamiento. Por ello los nombres de laguna
'macho' y de laguna 'hembra', o bien es la percepción de la dualidad funcional
de ciertos elementos naturales.
Rastros de
historia y de fe ancestral
El general Andrés
Avelino Cáceres, a fines de junio de 1883, realizó una retirada estratégica
para burlar el asedio chileno, tanto de Gorostiaga como de Arriagada. Subió por
los costados de la laguna, siguiendo cuesta arriba tramontó la Cordillera
Blanca, recalando en el primer poblado, llamado Tingo, luego Yurma, Seccha,
Acobamba y llegó, de paso, a la ciudad de Pomabamba.67 Continuó su marcha,
hacia el norte, y finalmente dio pelea en la batalla de Huamachuco.
Existía una gruta
en un lado del camino de herradura, desde Yungay, antes de llegar a la primera
laguna. Estaba dedicada a la memoria del alma de la devota, nombrada
legendariamente María Josefa. Ella, una misteriosa mujer del lado levantino de
la Cordillera Blanca, había muerto escapándose de las pretensiones lascivas de
un porfiado y exagerado galán. Este la encontró por esos quenuales y no la pudo
poseer; por el rechazo y resistencia de la mujer virgen, María Josefa, la
victimó. Desde ahí creció la memoria de la malograda doncella e intercesora de
la Providencia, a decir de los pugnaces viajeros de toda laya y propósitos
variopintos. También, el portillo de la gruta servía de ventanilla bancaria,
pues de las monedas que dejaban en limosna: los arrieros, los peones de
hacienda en tornaviaje, los comerciantes, los sacadores, los migrantes a
ciudades lejanas, o cualquier un necesitado podía sacar lo necesario en
préstamo para sufragar las eventualidades de azarosas jornadas. Después de un
tiempo honraba la deuda con creces. Conjunción de economía, de fe y de una
creencia raigal y a ras de pajonales. Este pacto fecundo entre la devoción,
casi silvestre y aliviadora, se ha guarecido en los surcos del olvido. La
carretera pasa por otro trayecto y los pasajeros van directamente a la cercanía
de la laguna, donde los seducen diversos motivos, quizás pedestres y de solaz
efímero.
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