En la actualidad,
uno de los problemas que se nos presentan es la vida sedentaria, puesto que las
obligaciones diarias no dejan demasiado espacio para poder llevar a cabo la práctica
de alguna actividad deportiva.
mountain bikePor
consiguiente debemos aprovechar cualquier situación cotidiana que nos permita
estar más tiempo en movimiento, como ser: subir escaleras, ir andando (a pie)
al trabajo, o dar uso a ciertos aparatos (cinta, bicicleta estática, etc)
instalados en casa que cumplen función de perchero.
¿Cómo podemos definir al ejercicio o actividad
física?
Es aquel, que
pone en movimiento al cuerpo en su totalidad o a una parte del mismo, de manera
armónica y ordenada, en beneficio del desarrollo y conservación de sus
funciones.
Dentro del
concepto de salud, el ejercicio físico cumple un rol fundamental, ya que, al practicarlo
de manera cotidiana, aumenta la vitalidad en general y reduce la posibilidad de
padecer enfermedades.
Varios son los
efectos positivos de la práctica de ejercicio, entre las cuales podemos
nombrar:
"Para poder
mantener un buen estado de salud, la práctica de ejercicio de manera aislada,
no basta."
favorece el
desarrollo pulmonar y cardiaco, favoreciendo así la capacidad de respuesta de
estos órganos tanto en actividad como en estado de reposo
tonifica la masa
muscular, y aumenta el volumen de los músculos de nuestro cuerpo, esto hace que
nuestro cuerpo se estilice y sea ágil en los movimientos.
Nos ayuda a
eliminar los excesos de calorías, que el cuerpo reserva, aumentando la
oxidación de grasas y azucares.
Los beneficios
son innumerables, y puesto que no existe una actividad física ideal,
consideramos ejercicio a aquel que va desde el deporte de competición hasta un
simple paseo, ya que la actividad que se elija dependerá de la edad, el estado
de salud, y la personalidad de cada uno.
Para poder
mantener un buen estado de salud, la práctica de ejercicio de manera aislada,
no basta. Siempre debe ir acompañado de otros hábitos saludables como ser una
alimentación equilibrada y variada; como así también de la ausencia de tabaco y
exceso de alcohol.
Como siempre
repetimos el cambio de un conjunto de hábitos perjudiciales hacia los
saludables, es la garantía de poder gozar de un bienestar general.
Una actividad para cada edad
infante corriendo
Al hacer referencia que el tipo de ejercicio depende de las cualidades y
condiciones de cada persona, es importante señalar que una persona joven, sin
problemas de salud, puede comenzar una actividad física cuando lo desee.
Distinta es la situación, cuando ya se tiene cierta edad y se padece alguna
enfermedad.
En este caso, se
debe consultar al médico y asesorar de cuál es la práctica más beneficiosa,
según corresponda, sin caer así en riesgos innecesarios para la salud.
Por ejemplo:
durante la
infancia: los juegos espontáneos, son la primera introducción a la actividad
deportiva, la cual puede iniciarse desde los 4 a 6 años de edad.
En la
adolescencia se aumenta la intensidad del ejercicio diario, llegando así al
periodo de juventud, donde el rendimiento físico es el máximo.
Durante la
madurez, siempre dependiendo de las posibilidades físicas, es conveniente
seguir practicando los ejercicios cultivados anteriormente.
A partir de los
50 años de edad, ya son preferibles las actividades más moderadas, como largas
caminatas.
"Todos los
beneficios que la actividad física pueda aportar, se cumplen siempre y cuando
su práctica sea cotidiana."
Esto demuestra,
que cuanto antes se introduzca a una persona a realizar alguna práctica
deportiva, mas incorporado tendrá el hábito. Con esto obtendrá a lo largo de su
vida, un estado de salud óptimo, y una buena vejez.
Todos los
beneficios que la actividad física pueda aportar, se cumplen siempre y cuando
su práctica sea cotidiana, a diario, ya que de nada sirve realizarla de manera
esporádica, o de manera intensa durante cierto periodo. Esto no es bueno para
el organismo, sino que es perjudicial y causante de lesiones crónicas.
Esas lesiones
aparecen cuando se le exige al cuerpo un esfuerzo que sobrepasa sus
posibilidades. Entonces, el mejor consejo es que la práctica de ejercicio
físico sea moderada en sus comienzos y que se vaya aumentando la intensidad
poco a poco, hasta lograr la técnica. Siempre manteniendo la prudencia y el
conocimiento de nuestros límites físicos.
Es válido decir
que muchas personas comienzan a practicar ejercicio físico con el fin de bajar
el peso corporal, es decir que dicho fin las motiva a realizarlo.
Aquí es donde
debemos dejar bien claro, que, si bien es cierto que el ejercicio aumenta el
consumo de nuestras reservas con una consecuente reducción de la grasa
corporal, es imprescindible que dicho ejercicio este acompañado de una dieta
hipocalórica adecuada. Entonces combinando estos dos factores: dieta y
ejercicio, lograremos bajar de peso.
No abandonar la
práctica
Caminatas Logrado
el peso ideal, es ahí donde no se debe abandonar la práctica de ejercicio, ya
que al seguir realizándolo será posible mantener el peso y evitar el efecto
rebote que algunas dietas provocan. Esto previene las subidas y bajadas de peso
en corto tiempo.
Por lo tanto,
cuando el fin es la reducción del peso corporal, el ejercicio debe ser de
intensidad media y diario, compatible con una dieta baja en calorías. Ahora
bien, cuando no existen problemas de peso y el fin es mantener un buen estado
general del organismo y peso, el tipo de alimentación debe ser equilibrada,
variada, sin excesos ni restricciones.
Para concluir, el
ejercicio actúa de manera global sobre la persona, tanto a nivel físico como
mental. Nos relaja, distrae y esparce del ritmo de vida moderno, estas dos
facetas, la física y la mental, hacen del ejercicio una práctica altamente
recomendable.
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